A partir del año 800 d.C., en la extensa planicie del delta del Diquís, las comunidades tribales con vínculos familiares pasaron a constituir pueblos bajo una organización cacical. Este sistema político incluía un jefe o cacique mayor, en cuyo territorio existían varios pueblos y comunidades con jefes subordinados a su autoridad.
Los líderes del delta, ejercieron dominio sobre un amplio territorio, en el que consolidaron su poder económico e ideológico. Una agricultura extensiva y disponibilidad de recursos naturales, habrían sido las condiciones favorables para hacer importantes obras de infraestructura pública, crear esculturas monumentales y obtener bienes simbólicos y de lujo propios de su condición social.